Podrá sonar como una perogrullada pero los docentes cometemos muchos fallos cuando evaluamos, incluso cuando creemos que no lo hemos confundido con el proceso de calificación.
A pesar de mis esfuerzos continuos en mejorar en este aspecto sigo cometiendo fallos, quizás no tan garrafales como los que cometía al principio, cuando todavía era un «feliz ignorante» que asignaba unos porcentajes que servían para luego establecer una regla matemática en la hoja Excel. Tal y como describen Víctor Marín Navarro en su blog, ese era mi proceso de evaluación.
Ahora he comprendido mis carencias, y como afirma Neus Sanmartí, la evaluación debe servir para aprender, para que los alumnos conozcan sus errores y puedan aprender de ellos, de manera no se conviertan en una lápida, ni algo impuesto, es decir, que no obtener un 5 en un examen no signifique que suspendas el trimestre o que los alumnos puedan participar en este proceso. Por eso decidí mejorar mi proceso de evaluación apostando por: una diversificación de instrumentos de evaluación; la inclusión del aprendizaje cooperativo para fomentar la ayuda entre iguales y su repercusión en la nota; unos criterios e indicadores de evaluación claros, que fueran conocidos previamente por el alumnado, y que incluso pudieran pactarse; a lo que habría que añadir una participación activa antes, durante y después del proceso de evaluación.
De todos lo incorporado ha habido aspectos negativos y positivos. De entre los aspectos negativos hay que destacar que en el proceso de autoevaluación algunos/as alumnos/as son poco honestos/as, inflan mucho su nota esperando que eso les sirva para poder aprobar. Lo curioso es que ese comportamiento lo he detectado en alumnos/as con escasa capacidad de trabajo y que sobrevaloran lo poco que hacen. Ante esto me vi obligado a introducir una entrevista personal, en la que analizaba el porqué de su evaluación y si había sido honesta/o consigo misma y con los demás. Para el próximo año intentaré plantear una autoevaluación diferente, una en la que se incorpore un proceso de revisión y reflexión de la nota de forma conjunta con los criterios
El proceso de coevaluación ha mejorado bastante gracias a la creación de grupos heterogéneos, lo que ha evitado muchas veces que se dejen llevar por la amistad, aunque siguen sin entender que pueden asignar mala calificación a sus compañeros si estos se han escaqueado o no han cumplido con su parte de trabajo.
Los instrumentos se han diversificado, ahora tienen la tarea integrada, la observación directa, el cuestionario, el diario de aprendizaje y el portafolio. Han sido estos dos últimos los que más me han ayudado en los últimos años. Los diarios permiten analizar la evolución del alumnado, si bien no puedo hacerlo de forma exhaustiva por falta de tiempo. De igual modo me han permitido ver los beneficios del uso de técnicas de aprendizaje cooperativo, ya que algunas preguntas estaban orientadas a comprobar como funcionaban los grupos, si existía cohesión o si algunos miembros intentaban escaquearse del trabajo. Si bien en un futuro deberé incluir un diario de grupo cooperativo, consiguiendo así acercarme más al funcionamiento y evolución real de los grupos en el aula.
Las preguntas del diario de aprendizaje son las siguientes:
a) ¿Qué has aprendido? ¿Te has sentido cómodo o ha habido algo que te ha molestado o no te ha gustado?
b) ¿Crees que lo que has aprendido puede resultarte útil en el futuro, es decir, te ha parecido práctico?
c) ¿Qué conclusiones has extraído por ti mismo? ¿Estás de acuerdo con todo? ¿Tienes dudas?
d) Evalúa al profesor
e) ¿Qué nota crees que te mereces en función de tu esfuerzo, resultados, actitud?
f) ¿Quién ha sido el compañero que mas ha ayudado a los demás o a ti mismo a entender la unidad didáctica?
g) ¿Quién ha sido el compañero que mas ha trabajado mientras ha durado el tema?
h) ¿Quién ha sido el compañero que mas ayuda a integrarse a los demás: se porta bien con todos, no insulta, no permite que los demás se metan con alguien, siempre esta dispuesto a escuchar, etc?.
El portafolio ha sido el instrumento que mejor he valorado. Cada vez estoy más de acuerdo con José Luis Castillo en que los alumnos/as deberían contar con uno, que sirviera de muestra de su trabajo en el proceso educativo y que también sirviera como un certificado educativo real de los logros alcanzados. Si bien mi ignorancia ha hecho que este un poco sobrecargado, creo que la información que nos aporta es muy valiosa y nos da una muestra real de lo que el alumno ha creado y reflexionado durante el trimestre. No se todavía que mejoras le puedo incorporar, pero todavía me queda curso para equivocarme y conseguir mejorarlo.
El modelo de portafolio que he tomado aparece en el libro «Aprendizaje Inteligente» de Monserrat del Pozo, es un modelo que he combinado con alguna aportación mía. Os dejo una muestra de lo que pregunto:
a) ¿Qué se?/¿Qué necesito saber?, de cada tarea integrada.
b) Carta al lector del portafolio.
c) Recogida de las actividades, resúmenes, webs, conclusiones, dibujos, gráficos, que tu escojas y que crees que representen tu trabajo a lo largo del trimestre.
d) Valoración de tu aprendizaje durante este trimestre, incluyendo propuestas de mejora para el segundo trimestre: horas de estudios/trabajo dedicadas, esfuerzo, actitud de trabajo en clase, ¿tus notas son reflejo de lo estudiado/trabajado?, de no ser así ¿a qué crees que se debe?, ¿en qué crees que has de mejorar?, satisfacciones conseguidas, valoración del grupo de trabajo cooperativo. De cara a los siguientes trimestres deberás hacer comparaciones y analizar si has cumplido o no tus objetivos de mejora, explicando el porque lo has conseguido o no.
El instrumento que más ha mejorado ha sido la observación directa, gracias a un proceso de sistematización basado en una idea de José Luis Castillo. La sistematización ha permitido estimular el trabajo en el aula para no tener que depender de las tardes para quedar. Yo quiero que se trabaje en mi aula y por eso les pido que lo demuestren día a día, de modo que si tienen un determinado número de notificaciones (atención, respeto, trabajo, falta de compañerismo) en relación al total de clases eso influye en su calificación. Mi intención es conseguir que dispongan de tiempo libre, al menos el que yo les dejo porque todo se lo exijo en el aula
El proceso de evaluación se ha complementado con el uso de técnicas de Ludificación que explicaré en el siguiente post.
photo credit: giulia.forsythe via photopin cc
¡Enhorabuena José Luis! Entre todos tenemos que contribuir a que el cambio metodológico en la enseñanza vaya acompañado de un cambio en la evaluación. Muy interesantes tus experiencias sobre autoevaluación y uso de portafolios. Espero impaciente la segunda parte.
¡Un saludo!
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Gracias Víctor,
Me encanto tu post sobre Rúbricas y Evaluación. Creo que has dado en la clave de muchos aspectos de nuestra tarea evaluadora.
En cuanto pueda haré segunda parte y probablemente tercera. No me quedo nada contento con el proceso y le doy muchas vueltas.
Un saludo
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