Soy y he sido un francotirador educativo. Durante un tiempo me sentí orgulloso, significaba un antes y un después en mi vida educativa, y me permitía poner en práctica nuevas metodologías y enfoques: ABP, tareas integradas, ludificación, enseñanza invertida.
Estos años han sido muy ricos, he experimentado y he errado. He conseguido aprender de muchos docentes, e incluso he tenido el privilegio de poder compartirlo en varios cursos y ponencias.
Sin embargo, esta vía ya se ha agotado, al menos para mí. Al igual que en el cuento de la ciudad de los pozos, considero que he dedicado más tiempo a decorar mi pozo e intentar diferenciarlo/me de los demás. Ha llegado el momento de empezar a profundizar, abandonar los artificios, ponerme en contacto con otros pozos, simplemente porque mi camino deja de ser mío para ser nuestro.
Si de verdad quiero cambiar algo, no puedo hacerlo solo en mi centro. Por mucho que acuda a eventos educativos, ponencias o intente formarme, ¿qué va a cambiar para mi alumnado y para mi centro?. No basta con demostrar que se puede hacer en tus clases, tienes que acompañar a compañeros/as docentes, tienes que luchar con ellos/as y conseguir que se cree un umbral crítico que pueda promover el cambio.
Es aquí donde esta el verdadero reto: conseguir que el capital profesional de mi centro se implique, que el alumnado vibre y que sea nuestro portavoz. Que padres y madres sean nuestros defensores, que sea la comunidad educativa la que conduzca y protagonice el cambio educativo.
Ese camino ya está iniciado, a pesar de los obstáculos y de los sinsabores, se ha lanzado una apuesta. Una apuesta que no quiere definirse como una balcanización del centro, no somos los unos contra los otros. No queremos abogar por la uniformidad, por el contrario queremos eliminar el individualismo para convertirnos en una comunidad, ¿quién sabe?, puede que en una comunidad de aprendizaje.
Crédito photo credit: DVIDSHUB via photopin cc
José Luis Redondo 
Magnífico, José Luis.
Francamente creo que ese es el buen camino para el cambio verdadero: acompañar a compañeros docentes, luchar con ellos y conseguir que se cree un umbral crítico que pueda promover el cambio.
Modestia, trabajo, compromiso y generosidad con los demás. Si encarnas lo que pregonas, te seguirán. Si te sientes solo, es que todavía no eres tan sabio como para merecer el liderazgo. Hay que seguir creciendo, entonces. 🙂
Felicidades!
Boris
Me gustaMe gusta
Gracias Boris. En ese camino estamos. Es difícil y no te tengo que explicar nada. Sabes perfectamente lo que te cuento, vosotros hacéis un trabajo enorme y sois un ejemplo.
Mi intención no es ser líder, ni siquiera ser sabio, lo que si quiero es acompañar en este proceso, trabajar codo con codo con mis compañeros/as y crecer todos juntos. Es un reto, pero creo que hay una semilla plantada que está creciendo, y no solo en mi centro, sino en la Educación en general.
Seguramente te pediré ayuda y seguiré leyendo tus aportaciones.
Un saludo y Feliz Navidad.
Me gustaMe gusta
Reblogueó esto en clasenety comentado:
La unión hace la fuerza.
Me gustaMe gusta
NO estás solo. Pero recuerda que todos queremos mejorar nuestra labor docente y sólo algunos se atreven a dar el paso, no son reticentes, son temerosos…Todos los profes que iniciamos estos caminos somos copos de nieve, pequeños y frágiles pero la nevada es cada vez más intensa y lo cambiará todo.
Me gustaMe gusta
Hola Nacho,
Gracias por comentar. No me considero solo ni en mi centro y mucho menos en la red o en encuentros como el EABE. Mi problema, y creo que el de muchos, es como eso repercute en la vida diaria de mi alumnado.
Por el contrario no considero que todos los docentes estén dispuestos a mejorar su labor docente, al igual que en todas las profesiones hay gente que solo esta por el suelo o cualquier otro motivo. Sin embargo me ha gustado mucho el símil que has utilizado, estoy totalmente de acuerdo que somos copos de nieve y que la nevada esta cuajando … poco a poco.
Gracias de nuevo y un placer contar con tus comentarios.
Me gustaMe gusta