Me he educado en la enseñanza pública. Mi mujer trabaja en la red pública. En mi familia predominan los docentes de la red pública. Trabajo en la concertada. Mi hija estudia en mi centro. En mi centro, concertado y religioso, no se me insinúa nada por no estar casado, ni por el hecho de que mi hija no está bautizada. En mi centro no existe la discriminación, ni selección del alumnado, ni se cobran cuotas. En mi centro existe una residencia escolar con alumnado y condiciones muy complicadas, y en ningún momento se les exige nada.
Creo en la Educación por encima de todas las cosas. Conozco centros públicos dignos de elogio: San Walabonso, Quatre Cantons, Les Vinyes, La Paz de Albacete… y como Fernando Trujillo, estoy de acuerdo que existen centros Finlandia en España. Conozco centros concertados dignos de elogio, como el Padre Piquer de Madrid o el Colegio Ártica. Conozco docentes excelentes, buenos, mediocres y dignos de expulsión en ambas redes.
Mi corazón está partido, porqué no creo en esta guerra a la que nos están conduciendo. Esta no es mi guerra, y si la pelea surge por si la red concertada es complementaria o subsidiaria de la pública, o por si existe o no discriminación, elitismo, o lavado de cerebro. Lo siento, no puedo tomar partido, porque las generalizaciones siempre son erróneas.
Cuando veo todos esos mensajes de nosotros contra ellos, ya sea en la versión de la red pública o en la versión de la red concertada, únicamente siento pena. Porque repito, esta no es mi guerra.
Ahora que está tan de moda la neuroeducación, compruebo que el discurso se reduce o al principio de manada, es decir, que todo se predispone a luchar contra lo diferente, o en el principio de territorio, y compruebo que la máxima preocupación es marcar y defender lo que una red hace, y lo que la otra red supuestamente no hace. Todo estos principios nos conducen hacia la discrepancia y hacia la guerra, a activar nuestros instintos más primitivos, a prepararnos para luchar.
Amo la docencia. No me gusta la guerra. Y tras estos años, en los que he compartido experiencia y conversaciones con excelentes docentes de todos los colores, redes y comunidades, no me deja de sorprender que compartimos los mismos problemas, y que todos queremos una mejor Educación.
Mi apuesta es, y será, la conciliación, el compartir, el sumar y no restar. Mi apuesta es por lo que nos une: educar para ser personas y que estas sean felices.
Hola!
Te estoy escribiendo desde Buenos Aires. Te sigo hace rato. Pero este post me conmovió. Entiendo tu amor por la educación. Entiendo también las peleas entre grupos, facciones, divisiones y la lucha por no seguir en esa pelea.
Por favor, si tenés ganas explicame mas lo de «escuelas concertadas». En todos lados la lucha es la misma y es diferente.
Un saludo
Jorge Apel
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La concertada son organismos, instituciones y fundaciones, normalmente de carácter religioso, que firman un acuerdo con el Estado para pagar a los docentes y parte de los gastos del centro educativo.
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Y a diferencia de los centros públicos los profesores no entran allí a trabajar por ningún sistema público de selección. En los públicos hay un profesor especialista para cada materia en los concertados los profesores imparten lo que se les manda sean o no especialistas. Los concertados suelen cobrar cuotas a los alumnos por lo que los colectivos más pobres van a los públicos (gitanos…)
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Efectivamente no hay un sistema pública de selección, pero te puedo asegurar que tenemos sistema de selección. Con respecto a los otros criterios veo que te riges por los tópicos y te invito a pasarte por mi centro para que compruebes que tenemos profesores especialista, que no cobramos cuotas y que tenemos alumnado heterogéneo tanto por la etnia, como por nivel socioeconómico o nivel de estudios de los padres/madres.
Estos datos que aportas corroboran la «guerra» en la que quieren meter a ambas redes, cuando en realidad los mayores perjudicados somos la población en general.
Un saludo y gracias.
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Hola! Gracias! Clarísimo. En la Argentina le decimos «subvencionadas». Las categorías podrían ser públicas, privadas sin subvencion y privadas subvencionadas. En este caso el aporte puede ser diferente según una cantidad de variables. Alguna de ellas depende -realmente- del poder de influencia del grupo propietario.
Saludos
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Si. Suelen existir en muchos países. ¿Allí también existe esta polémica entre la red pública y subvencionada?.
Un saludo
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Hola!
No en realidad. Ya está asumida. Puede haber esporádicamente voces contra la asignación de determinados montos de dinero a la subvencionada en relación con lo destinado a la pública.
En ciudad de Buenos Aires que es de donde tengo mas datos los resultados de la evaluación de terminalidad da casi igual en rendimiento para pública y privada.
Sin embargo la privada tiene un prestigio mayor, entre otras cosas porque los docentes trabajan sin adherirse a huelgas o protestas. (es dificil que se plieguen sin que sufran las consecuencias a la larga)
Saludos cordiales
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