He de reconocerlo. Me muero de envidia cada vez que escucho que un grupo de docentes de la talla de Jose María Ruiz, Joaquín Martínez o Rosa Liarte (por nombrar a los que conozco); se unen en un sueño común, uno de esos que no se quema con la desilusión y que consiste en la creación de centros educativos E+D+i. Institutos y escuelas donde se promociona la Educación con mayúscula, el Desarrollo y la Innovación, al igual que los parques tecnológicos o el famoso Silicon Valley.
El último ejemplo de estos centros E+D+i es el Proyecto Cártama. Un instituto en el que ya las bases prometen. En primer lugar porque se han preocupado por el capital humano, es decir, han buscado a profesorado muy implicado que no ha dudado en trabajar de forma gratuita y en su tiempo libre para darle forma a su sueño. En segundo lugar porque han creado un instituto pensando en el alumnado y en el resto de la comunidad educativa.
Otro centro andaluz E+D+i es el Chaves Nogales. Un centro en el que hasta el nombre lo decidieron los alumnos y que esta promoviendo el uso de nuevas metodologías, así como cambios en el rol docente.
Centros más asentados y que recomiendo conocer y seguir son El Martinet. Ubicado en Cornellá de Llobregat, es un centro que me ha llamado mucho la atención por su filosofía de trabajo, similar a la de las escuelas Montessori y con una gran integración de la comunidad educativa en la vida del centro.
Quizás el centro más asentado y de más calado es el sistema Amara Berri. Una escuela/sistema que se creó hace muchos años y que se ha hecho a si mismo partiendo de una visión sistémica de la Educación, así como de la integración del juego en las aulas.
¿Pero qué comparten entre si todos estos centros?.
1. Entienden el centro educativo como una extensión de la vida, de la sociedad, de la comunidad educativa. No son ajenos a su entorno o contexto, al contrario se integran en el espacio y en el tiempo.
2. Sitúan al alumnado como centro y fin de todo. Cuando plantean algo siempre piensan en que va a pensar el alumnado, cual es su opinión y como va a repercutir esto en su vida.
3. Cuidan y miman a su profesorado. Saben que ellos y ellas son la correa transmisora de su motor, y se preocupan porque se conviertan en mejores profesionales.
4. Su obsesión no son las calificaciones, ni el informe PISA, ni el que dirán los servicios educativos. Se preocupan por la integración de su alumnado, como pueden mejorar la comunicación con los padres o que tipos de alumnos quieren dejar a la sociedad.
Modelos dignos de copiar porqué han partido de realidades cercanas, y que se han construido o se están construyendo con muchas ilusiones y esfuerzo. Imagino que habrá más ejemplos que desconozca y me gustaría conocer más centros que cumplen esas características, así que no dudéis en hacérmelo saber.
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