3 Rx Down + 1 TEA + 1 TDAH + 3 AA.CC + 21 con el mismo «nivel» = Loco
Esta es la fórmula que se me presenta en uno de los grupos que tengo de 3º de ESO, no es ni mucho menos el único en el que hay diferentes niveles y necesidades educativas. Sin embargo, es el grupo con mas diferenciación en niveles, diferentes tipos de handicap y diferentes posibilidades de atención a la diversidad.
El problema es que esta fórmula tiene varios errores.
El primero. No refleja la realidad, y no la refleja por qué en un aula no podemos centrarnos en números. Por delante de las cifras están las personas, y mi alumno con TEA se llama Dani, al igual que una de mis alumnas con Rx Down, para la que el curriculum es mas discapacitante, se llama Lola, y es mucho mas que una persona con Síndrome de Down. Si nos centramos en los números podemos caer en el error que ya señaló Frato.
El segundo. En el lenguaje que usamos para referirnos a la atención a la diversidad, la inclusión, o el término que queramos usar, siempre, siempre se esconde un trasfondo que lo relaciona con algo que nos genera problemas o que nos dificulta nuestra labor como docentes. La barrera ya está establecida y consolidada.
¿Qué he hecho ante este panorama?. Como es lógico, adaptar mi mirada y entender que lo que se me presenta es un reto, una nueva oportunidad para aprender, no un castigo o un problema. Lo siguiente ha sido pensar en lo que suma, no en lo que resta: ¿qué es lo que si pueden hacer en el aula ordinaria?, ¿cuáles son las barreras que le presenta el curriculum, el grupo, las metodologías o las herramientas que usamos?.
El último paso ha sido respirar con alivio, y descubrir que he tenido la suerte de compartir docencia con la PT de mi centro, Antonia Nieto.
¿Cuáles han sido las medidas que hemos ido tomando? No voy a negaros que las primeras semanas fueron una auténtica locura. Todavía no conocía bien al alumnado, y Toni Nieto no podía entrar al aula hasta que se fijaran los horarios definitivos.
Pasado el temporal comenzamos a trabajar de modo conjunto, si bien ya había creado los primeros agrupamientos para que pudieran contar con ayuda, y cada uno de ellos había recibido su texto en Lectura Fácil y sus actividades adaptadas. En estas primeras semanas trabajamos muchas dinámicas de cohesión y emocionales, lo que permitió que todos se sintieran parte de la clase.
Mi gran reto seguía siendo Lola. No hablaba conmigo, lloraba, o tenía que mandar a alguien para que la buscara por qué no quería venir a clase. Si bien todo se solucionó con la entrada de Toni en mi aula, ya que podíamos actuar independientemente o combinarla según fueran las necesidades.
El tiempo ha ido avanzando, al igual que nuestro nivel de complicidad y capacidad para colaborar. De este modo en las últimas semanas hemos conseguido que en una misma aula tuviéramos a Lola trabajando dinámicas emocionales previamente al trabajo del proyecto con sus compañeros Síndrome de Down. El proyecto que he creado para ellos se llama Cazadores de Zoo. En el proyecto Lola, María y Adrian, toman el rol de Cazadores/Biólogos que deben capturar a especies vivas en sus ambientes naturales, para luego trasladarlas a un zoo. Eso les obligará a investigar los medios en los que viven, las plantas o animales que comen, y el equipamiento necesario para poder sobrevivir a las características ambientales. No solo van a trabajarlo en mi aula, lo vamos a hacer en combinación con la docente de Biología.
Ahora os preguntaréis por qué he creado solo un proyecto para ellos, eso no es inclusivo. Pues bien, es todo lo inclusivo que puedo realizar por ahora, en primer lugar porqué lo trabajan en el aula ordinaria con el resto de sus compañeros, con los que han colaborado, con el apoyo de Toni Nieto y el mío propio; en segundo lugar, están participando de un proyecto que van a exponer al resto de sus compañeros/as en el aula ordinaria y con los que han participado en todas las actividades que sus posibilidades les permitían; y en tercer lugar, están progresando. Poco a poco estamos consiguiendo que avancen en los contenidos, que sientan que esa es su clase y que yo soy su docente, no solo su maestra de PT. De hecho, estamos consiguiendo que Lola me hable y que me explique lo que está trabajando.
¿Qué he estado haciendo con el resto?. Fácil, Dani el niño con TEA ha trabajado un examen adaptado: cuenta con mas tiempo, con preguntas adaptadas por niveles, evitando que las preguntas mas difíciles estén al principio, y evitando las dobles interpretaciones. A la par, el resto de sus compañeros iban avanzando en el proyecto de Supervivientes, un proyecto en el que toman el rol de supervivientes de un Apocalipsis mundial, que casi acaba con el ser humano, y en el que deben sobrevivir a una Naturaleza salvaje. Eso me ha permitido que los chavales de Altas Capacidades puedan expresar todo su potencial, y que el resto de la clase, con un supuesto nivel homogéneo pueda expresar y representar de múltiples formas las rutas, decisiones, equipamiento y modos de abastecimiento que podrían requerir en una situación similar. Al igual que al alumno TDAH, ya que hay muchas actividades que suponen interpretar/representar cómo se podría construir un refugio, instrumento o arma, es decir, trabajar de un modo mas manipulativo.
¿Qué imagen me llevo? La de este Miércoles. En una clase a 5ª hora teníamos a Lola trabajando dinámicas emocionales previas al proyecto, a María y Adrian investigando animales para poder capturar en su zoo, a Dani realizando su examen adaptado, y al resto del grupo iniciando el proyecto Supervivientes: repartiendo roles y funciones, realizando actividades. En esa clase estaban pasando, al menos cuatro cosas diferentes, y todo fluía.
Nunca antes lo había vivido, y es una imagen que llevaré siempre conmigo.
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