
El Aprendizaje Cooperativo es una estrategia esencial para cualquier docente. Es lo más fácil para iniciarse, ya que conocer las estructuras simples es relativamente sencillo. Su belleza radica en que cuando crees controlarlo descubres que puedes mejorar en como organizas los agrupamientos y descubres que la palabra heterogéneo contempla muchas más variedades de las que imaginas. O descubres una nueva estructura, o nuevas herramientas para afianzar el andamiaje y la evaluación, o como es la estrategia fundamental y más eficaz para poder atender a la diversidad en el aula.
Poder denominarse experto/a en Aprendizaje Cooperativo queda en manos de pocos, ya que controlar y dominar las múltiples especificidades de esta estrategia, requiere mucho tiempo y mucha práctica. Me gustaría poder ser experto en esta estrategia, pero no lo soy.
Eso no quita que reconozca su enorme valía y quería mostraros como trabajo algunas estructuras en el aula. Casi todas las que voy a mostrar son estrategias que he trabajado con la unidad didáctica de Urbana de 3º de ESO.
La primera estructura es un Rompecabezas bien sencillo. Un rompecabezas busca repartir el material entre diferentes equipos, de modo que se les obligue a necesitarse los unos a los otros, ya que para responder las preguntas tienen que unir todas las piezas del puzzle. Es una estructura genial, ya que obliga que exista la interdependencia positiva. Recoge los principales conceptos de la Geografía Urbana de 3º de ESO y sirve como elemento introductorio para la unidad.
La siguiente estructura que usé fue un Folio Giratorio. Estructura sencilla y ultraconocida, en la que mi única diferencia es que pido que haya diferentes grafías, lo que demuestra que todos han aportado algo. Lo importante aquí no es la estructura es la imagen que usé para simular una ciudad y trabajar los posibles problemas que puede tener una ciudad. Gracias a Montse Martín (@Negrevernis), pude construir una ciudad simulada mediante la aplicación Hexographer.

Las siguientes estructuras me encantan. Una se llama Niveles, y consiste en crear un documento previo en el que se establecen diferentes niveles de dificultad. Los grupos se pueden organizar en parejas o grupos de cuatro. Se dejan uno o dos minutos según la dificultad, para que individualmente resuelvan el ejercicio, y luego se deja otro minuto o dos para que lo corrijan en pareja o en gran grupo. Así se hace de forma sucesiva para ir comprobando al nivel de dificultad que llega nuestro alumnado de forma individual y grupal. Esta estructura nos da una información genial sobre el nivel individual de nuestro alumnado, y que alumnos/as tienen un gran nivel de desempeño, así como su nivel de competencia cooperativa y su disposición a ayudar a los demás.
En esta estructura podemos favorecer la confianza de nuestro alumnado, especialmente si detectamos al alumnado más reticente a explicar en el aula y les pedimos que respondan los niveles más sencillos.
La otra estructura es una inversión de la 1-2-4 y se llama Equipo-Pareja- Solo. Para ellos se crea un documento previo en el que se establecen diferentes actividades, al principio trabajan en equipo durante uno o dos minutos, luego comienzan a trabajar en pareja para terminar trabajando solo. Durante este tiempo el docente comprueba cómo trabaja el alumnado de forma individual y grupal. Es una estructura genial para permitir que el alumnado coja confianza y descubran que con un poco de ayuda pueden llegar a trabajar solos.
La última estructura es un Bingo Cooperativo. La idea es sencilla, consiste en crear preguntas sobre una unidad, y debemos ir buscando una persona que sepan responderlas, de modo que el alumnado tiene que buscar a quien cree que lo sabe y apuntar su nombre. Una vez que tienes una línea o un bingo el docente pregunta y comprobando que las personas que aparecen en el cartón de bingo saben las respuestas.
En mi caso lo hice con la unidad de Población de 2º de Bachillerato. Uní a las preguntas algo alejado de los contenidos (ejercicio físico, contar un chiste..), y los saqué fuera del aula para que pudieran respirar y moverse. Lo que más les gustó es que por cada linea y por cada bingo les entregaba una chuchería, que servía como pequeño detonante para aumentar su motivación.
Adentrarse en el mundo del Aprendizaje Cooperativo es un tema apasionante, y que cada año me descubre nuevas puertas o nuevas facetas que no había contemplado.
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